En la mañana de este sábado, llegó a suelos colombianos el coronel Benjamín Núñez, quien se puso a disposición de las autoridades colombianas en el consulado de México, luego de que su abogado anunciara su entrega de manera voluntaria el pasado miércoles, para posteriormente ser coordinado su traslado inmediato hacia el país.
En Colombia, el coronel deberá responder por los cargos en los que se le ve involucrado en la tortura y asesinato de Carlos Alberto Ibáñez, Jesús David Díaz y José Carlos Arévalo, de 26, 20 y 21 años respectivamente, a quienes Núñez en compañía de otros uniformados, habían detenido de manera ilegal durante el 25 de Julio en Chochó (sucre).
Por este delito, seis días después, fueron detenidos otros 10 policías, quienes señalan a Núñez como el autor material, lo que empeora con el adelanto de una investigación que apunta a que el coronel los habría asesinado a sangre fría dentro de una de las patrullas.
Cabe resaltar que para el momento en el que se ordenó la detención de los miembros involucrados, Núñez habría salido del país. Frente a esta situación, el coronel asegura no haberlo hecho por fugarse de la justicia colombiana, sino por el peligro que corría su vida al quedarse.
Información brindada por los subalternos, relata como el coronel habría confundido a estos tres jóvenes con los integrantes del clan del golfo, responsables del asesinato de un miembro de la policía durante esa misma semana. Por lo que, basado en esta versión, Núñez asegura que el grupo terrorista estaría pagando millonaria suma por asesinarlo.
Por lo pronto, la fiscalía se encargará de adelantar la imputación de cargos en contra del coronel y de su medida de aprisionamiento.