El presidente de Perú, Pedro Castillo, solicitó ante la ONU ayuda para superar la crisis política del país, pues asegura que la institucionalidad democrática está en riesgo, por lo que sería un complot de la oposición para realizar un golpe de estado acusándolo de corrupción.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) aceptó intervenir para hacer una revisión del estado del país, por lo que designó a “un grupo de alto nivel conformado por representantes de los Estados miembros, en concordancia con la Carta Democrática Interamericana, para que realice una visita a Perú, con el fin de hacer un análisis de la situación” y a partir de esto entregar un informe al consejo.
Por su parte, el presidente Castillo solicitó que se activaran de la Carta Democrática Interamericana, un instrumento aprobado en 2001 para promover los principios democráticos entre los Estados de la región. El artículo 17 plantea que un país pueda “solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de su institucionalidad democrática” si considera que “está en riesgo”, mientras que el artículo 18 permite visitas y gestiones para analizar la situación, siempre que lo autorice el gobierno afectado.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió al Tribunal Constitucional de Perú que aclare tres figuras constitucionales, incluida la vacancia (destitución) presidencial por incapacidad moral permanente, que a juicio de la comisión “tienen el potencial de debilitar la separación y el equilibro de poderes” ya que, por esta misma figura, Perú ha tenido desde el año 2016 5 presidentes.
Castillo desde que inició su mandato en el año 2021 para un periodo de 5 años ha enfrentado dos intentos de destitución en el Congreso, el cual está liderado por la oposición, y fue sometido a seis investigaciones fiscales por presunta corrupción, de la que también se acusa a su círculo familiar y político más cercano.